Biografía Luis Mazzantini Imprimir

José Luis Mazzantini y Eguia es el nombre con el que fue bautizado en Elgoibar (Gipuzkoa) el 10 de octubre de 1856, el que posteriormente se convertiría en primera figura de la Tauromaquia de finales del siglo XIX. De inconfundibles raíces italianas, su padre, Giuseppe, y su esposa, Bonifacia de Eguia, vivían en la localidad cántabra de Matamoros, pero fueron a la localidad natal de ella para dar a luz. En los años posteriores, la familia cambió de residencia por motivos laborales y sus hermanos nacieron en diferentes localidades: Tomás (que luego sería su subalterno) y Angela en Llodio (Álava), Amelia en Bilbao y Concepción en Madrid.

luis mazzantini

Luis completó sus estudios durante la estancia de la familia en Madrid y se licenció como bachiller en Artes, lo que sirvió para ostentar el título de "don". La llegada del rey de origen italiano Amadeo de Saboya a la corona española en 1870 le permitió acceder a ocupar un puesto de secretario del jefe de las caballerizas de la corte, debido, principalmente, a su dominio del italiano y el francés. Dicha ocupación le duró poco tiempo y comenzó a trabajar en la compañía de ferrocarriles extremeños, en la que fue jefe de estación de varias localidades.

Fue entonces cuando le entró la afición a los toros y era habitual que hiciese cualquier esfuerzo para acudir a los festejos que se celebraban en los lugares cercanos a donde trabajaba. Durante su estancia en Santa Olalla, Luís se inició en los secretos de la tauromaquia en la escuela que dirigía José Fierro en los Campos Elíseos de Madrid y decidió abandonar su trabajo como ferroviario para ser torero.

No fue una decisión fácil, puesto que Concepción Lázaro, la madrileña con la que se había casado tres meses antes no entendió la decisión, pero Luis le replicó con una frase que ha pasado a la historia: "En este país de los prosaicos grabanzos, no se puede ser más que dos cosas: o tenor del Teatro Real o matador de toros". Probó en el canto lírico pero no tenía cualidades y comenzó su carrera en los ruedos.

La primera vez que apareció anunciado su nombre en los carteles fue el 27 de octubre de 1879, en una becerrada benéfica. Estoqueó a un becerro junto a Pelayo Blasco. Luis ya había participado en algunos espectáculos cómico-taurinos pero este fue el primer astado que mató. Su presentación en Madrid se produjo el 5 de diciembre de 1880. Estoqueó un novillo de Isidoro Recio. No fue una tarde afortunada y visitó la enfermería al finalizar su actuación. Al año siguiente, se embarcó a Uruguay, donde triunfó y se cuajó como torero. A su regreso cosechó un destacado éxito en Madrid, que le hizo ganarse el respeto de la afición. Completó su etapa de novillero con un exitoso debut en Sevilla y un triunfo clamoroso en Nimes.

El 13 de Abril de 1884 tomó la alternativa en Sevilla de manos de Salvador Sanchez "Frascuelo", que le cedió un toro de Adalid de nombre "Costurero". Luis no triunfó pero dejó su buen sello de estoqueador. El 29 de mayo confirmó su alternativa en Madrid. En esta ocasión, le cedió los trastos el otro grande de su tiempo, Rafael Molilla "Lagartijo". Mazzantini salió en hombros tras matar a "Morito" y se convirtió en la nueva figura del toreo. A partir de ahí su carrera fue espectacular y su valentía el sello que la caracterizaba. Se convirtió en el torero preferido de Madrid y triunfó en casi todas las plazas importantes, merced a su extraordinaria forma de ejecutar la suerte de matar. Llegó a ser conocido como "El rey del volapié"

Su retirada fue muy dolorosa. Había anunciado que dejaría los ruedos en 1905, en una temporada de despedida, pero durante el invierno viajó a América. Toreaba en Guatemala cuatro corridas y durante ese tiempo, su esposa se quedó en México, donde enfermó gravemente y falleció. Luís cortó rápidamente sus actuaciones (la última fue el 12 de febrero de 1905) y prometió al cadaver de su esposa que nunca más se vestiría de luces (algo que ella le había pedido en los últimos meses). Se cortó la coleta y la anudó a la muñeca de Concepción, ya fallecida.

Durante estos años, Luís Mazzantini revolucionó el mundo de los toros. Su cultura le permitiría acudir al Teatro Real  con la nobleza de la época y nunca se codeó con sus compañeros de profesión, más dados a las tabernas y tablaos flamencos. En Madrid era conocido como "El señorito loco" y marcó una tendencia cultural y una moda de la que nacieron los bastones, sombreros y levitas con nombre Mazzantini. Fue empresario de la Plaza de toros de Madrid y del Teatro Real, ambas ocupaciones sin mucha suerte, lo que le supuso algunos malos momentos económicos. Su aportación más novedosa al mundo de los toros fue la exigencia al sortear el orden de lidia de las reses, una práctica que no se reglamentó hasta los años veinte, pero que él impuso en sus actuaciones.

Tras su retirada, se dedicó a la política y se con el cargo de Gobernador de Guadalajara y Ávila, pero pronto decidió retirarse al Puerto de Santa María donde pasaba su mayor parte del descanso. Luís falleció en Madrid el 24 de Abril de 1926, a los 69 años de edad, víctima de un fallo cardíaco.